Era una tarde de otoño, y Álvaro estaba camino a su casa en Linares, muy triste ya que Pablo, su mejor amigo, en el colegio le habia MAGULLADO.
Cuando llegó a sus casa le contó a su mamá y a su papá, quienes le aconsejaron que hablara con el profesor.
Al otro día cuando Álvaro habló con el profesor, él no hizo nada por Álvaro. Le pregunto a Pablo porqué le había pegado, y Pablo le dijo que Álvaro le habia hecho algo una PERFIDIA. Álvaro le preguntó porqué él le había hecho una PERFIDIA, pero Pablo muy ENIGMÁTICO BALBUCEÓ diciéndole que él sabía lo que había hecho.
Álvaro se fue a su casa muy pensativo mientras miraba su ICONO y le pedía que le ayudara a que Pablo volviera a ser su amigo. Álvaro estaba tan triste que no comía y se volvió un niño ENJUNTO y MACILENTO y la mamá le dijo que no podia seguir así.
Álvaro se fue a su pieza se acostó en su cama a pensar, cuando de repente sintió una ESTREPIDA y bajó a la sala a mira. Había sido una pelota que quebró la ventana. En el momento que Álvaro vio la pelota se acordó que en el partido del domingo no eligió a su amigo Pablo para que estuviera en su equipo.
Esa tarde le escribió una EPÍSTOLA ya que Pablo no le hablaba. Al otro día dejó la carta en el puesto de Pablo, entonces cuando él la leyó fue donde Álvaro y lo perdono , porque se dió cuenta de que le pidió érdón de corazón, que las palabras que había ocupado eran LIMPIDAS, y que Álvaro no quería hacerle daño.
Entonces se reconciliaron y siguieron siendo los mejores amigos.
Constanza Martinez 7°
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